martes, 24 de junio de 2008

Unidad VI. Pintores.




En esta clase se estudiaron varios pintores en los que cabe de resaltar:

+ Martin Tovar y Tovar
+Cristobal Rojas.
+ Armando Reveron
+Emilio Beggio
+Manuel Cabrera
+Jesus Soto
+Carlos Cruz Díez
+Victor Valera.




Arturo Michelena

Arturo Michelena nace el 16 de junio de 1863 en la norteña ciudad de Valencia – Venezuela hijo del Señor Juan Antonio Michelena (1832 - 1918) también pintor y de Doña Socorro Castillo hija de Pedro Castillo (1785 – 1858), retratista y autor de los murales de la casa de José Antonio Páez en Valencia. Sus primeras enseñanzas las recibe de sus tía, Edelmira Michelena, Luego realiza estudios en el colegio de Lisandro Ramíres y finalmente termina de estudiar primaria en el colegio, que en Valencia, regentaba Alejo Zuloaga.
Empezó a pintar a muy corta edad bajo el tutelaje de su padre Juan Antonio Michelena. Resaltan entre sus primeras creaciones: "Cupido Dormido", "Judit y Holofernes" y "Un rayo de luz". En 1874 hizo los dibujos que ilustraban la edición neoyorquina de "Costumbres Venezolanas", libro de Francisco de Sales Pérez, quien le toma gran cariño al niño y, convertido en su protector, le presenta en el círculo de amigos de Antonio Guzmán Blanco con la intención de gestionarle una pensión de estudios. Entre 1879 y 1882 transcurre un período de aprendizaje durante el cual Michelena, asociado a su padre, abre una Academia de Arte en Valencia para satisfacer encargos de retratos. Pinturas murales, copias de cuadros antiguos, retratos infantiles y abundantísima producción de dibujo constituyen la base de entrenamiento que capacitan al joven para concurrir con éxito al Salón del Centenario del Natalicio de El Libertador Simón Bolívar, que se celebra en Caracas, y al que envía su primer lienzo importante La entrega de la bandera al batallón sin nombre (1883)., que se hace acreedor al Segundo Premio.
Gracias a una beca que nunca recibirá, viajó a París parte en compañía de Martín Tovar y Tovar hacia París para inscribirse en la Academia Julian, donde ya figuran Emilio Boggio y Cristóbal Rojas. Estudia en el Taller del profesor Jean-Paul Laurens. Fue el primer pintor venezolano en tener éxito en el exterior, y conjuntamente con Cristóbal Rojas (1857-1890). y Martín Tovar y Tovar (1827-1902). se convierte en uno de los más importantes pintores de la Venezuela del Siglo XIX.
Su primer gran éxito se dio el París en Le Salón des Artistes Français en 1887. Animado por su profesor Jean-Paul Laurens (1838-1921). Michelena presentó un lienzo titulado L’Enfant Malade (el niño enfermo)., con el cual fue premiado con la Medalla de Oro, segundo de su clase, el mayor honor que había dado esa academia a un artista extranjero. La pintura fue rápidamente considerada una pieza de arte y fue adquirida por Astors, en Nueva York, a finales del siglo XIX. En el 2004 Sotheby’s vendió la pieza de arte por 1.350.000 dólares, un récord para una obra de arte latinoamericana.
Entre 1885 y 1889, corre un segundo período. Pinta sucesivamente: Una visita electoral (1886)., La caridad (1887)., La joven madre y Carlota Corday (1889). y obtiene, con este último cuadro, exhibido ya en el salón, una Medalla de Oro en la Exposición Universal de París (1889).. Ese mismo año, regresó inesperadamente a Venezuela y fue recibido con muestras de júbilo. Tras una temporada de éxito social en Caracas, celebra matrimonio con Lastenia Tello Mendoza y retorna a París para iniciar el tercer período de su carrera.
En esta segunda estancia en Paris pinta La vara rota (1892). y Pentesilea (1891). obras principales de éste período. Habiendo contraído tuberculosis, retorna a Venezuela en 1890 por consejo de sus médicos; el éxito le espera en Caracas donde realiza un lienzo en honor a José Antonio Paéz, primer presidente venezolano. Se hace retratista de moda y pintor oficial y es objeto de toda clase de agasajos. Pero su salud, cada vez más resentida, apenas le permite consagrarle esfuerzo a obras ambiciosas como: “Miranda en la Carraca” (1896)., en alusión a su compatriota, Francisco de Miranda que estuvo preso por insurrección en el penal de las cuatro torres, de San Fernando, Cádiz, en donde murió, Miranda era admirado por Michelena por su gesta; “Berruecos” (1895)., el “Descendimiento” (1897). y “La última cena” (1898)., quedando inconclusas algunas de éstas.
Arturo Michelena muere en CaracasVenezuela el 29 de julio de 1898.

El panteón de los héroes (1898). Óleo sobre tela 135 x 168 cm
Vuelvan caras. (1890). Óleo sobre tela 300 x 460 cm
Paisaje de El Paraíso (1890). Óleo sobre tela 52 x 60 cm
Conchita Núñez López Méndez de Montemayor (1890). Óleo sobre tela 180,1 x 89,6 cm
Lastenia Tello de Michelena (1890) Óleo sobre tela 135,1 x 92 cm
Paisaje de San Bernardino (1893). Óleo sobre tela 26 x 34 cm
El desván del anticuario (1893). Óleo sobre tela 69 x 53 cm
Gladiolas con paisaje (1894). Óleo sobre tela 100 x 60 cm
Flores de mayo y paisaje (1894). Óleo sobre tela 76 x 91 cm
La Muerte de Sucre en Berruecos (1895). Óleo sobre tela 120,2 x 175,5 cm
Retrato del Mariscal Antonio José de Sucre (1895) Óleo sobre tela 80 x 64 cm
El Libertador en traje de campaña (1895). Óleo sobre tela 240 x 126,5 cm
Maria Ibarra de Matos (1895). Óleo sobre tela 227 x 152 cm
Manuel Antonio Matos (1895). Óleo sobre tela 229 x150 cm
La cascada de Gamboa (1896). Óleo sobre tela 90 x 55 cm
Miranda en la Carraca (1896). Óleo sobre tela 197 x 245,2 cm
Diana cazadora (1896). Óleo sobre tela 351 x 296 cm
Cascada de Catuche (1896). Óleo sobre tela 101 x 61 cm
Hipódromo de Sabana Grande (1896). Óleo sobre tela. 80,2 x 112,5 cm
La multiplicación de los panes (1897). Óleo sobre tela 480 x 358 cm
Retrato ecuestre del general Joaquín Crespo (1897). Óleo sobre tela 346 x 253 cm
Monseñor Críspulo Uzcátegui (1897). Óleo sobre tela 255 x 165 cm
Josefina Blanco de Zuloaga (1897). Óleo sobre tela 84 x 109 cm
El panteón de los héroes (1898). Óleo sobre tela 135 x 168 cm
La ultima cena (1898). Óleo sobre tela 340 x 450 cm

Cristóbal Rojas Poleo


Cristóbal Rojas Poleo nace en la región de los valles del Tuy, específicamente en la Ciudad de Cúa- Estado Miranda. Sus padres fueron Cristóbal Rojas, de profesión médico, y su madre Alejandra Poleo. Su infancia transcurre en medio de la guerra federal (1859 -1863) en una Cúa muy convulsionada por los eventos de la Guerra. Realiza estudios básicos bajo la tutela de su abuelo José Luis Rojas, quien motivó y estimuló su vocación por el dibujo. Cuando Cristóbal tiene 13 años, muere su padre y comienza a trabajar en una fábrica de tabaco de Cúa para ayudar al mantenimiento de su familia.
En 1878 se produce un terremoto que devasta la región de los valles del Tuy. Los Rojas quedan prácticamente en la indigencia y se trasladan a Caracas en donde Cristóbal proseguirá sus estudios de pintura, no obstante se ve obligado a trabajar de nuevo en una tabaquería para sostener a su familia.
Asiste a las clases con José Manuel Maucó en la Universidad Central de Venezuela. Hacia finales de 1880 y 1882, realizara sus primeros óleos con una técnica todavía algo primitiva en la que nos plasma los eventos de las Ruinas de Cúa y Ruinas del templo de la Merced; por estos año conoce al pintor Antonio Herrera Toro, quien venía de estudiar en Roma y quien lo contrata como ayudante en la decoración de la catedral de Caracas.
Para 1883, Rojas expone un lienzo titulado La muerte de Girardot en Bárbula en el Salón del Centenario del nacimiento del Libertador Simón Bolívar y se hace acreedor a medalla de plata (segundo lugar) junto con el pintor Arturo Michelena. Este galardón le otorgara una beca del gobierno de 50 pesos al mes, para estudiar en Europa. A principios del año siguiente, Rojas se encuentra instalado en París donde entabla amistad con Emilio Boggio, por cuyos consejos se inscribe en la [[Academia Julian en el taller de [[Jean Paul Laurens] Un compatriota Arturo Michelena se le unirá en la capital francesa en 1885 y con quien comparte amistad hasta el año de 1887. En el periodo comprendido entre 1883 a 1890 Rojas transitara lentamente a través de de diferentes tendencias pictóricas las cuales van desde post-romanticismo hasta el impresionismo.
De temperamento enfermizo y melancólico, Rojas se muestra inseguro y lento; ambiciona alcanzar la maestría de los clásicos, inspirado en el ejemplo de las obras que descubre en sus continuas visitas al Museo del Louvre.
Entre 1886 y 1889 expondrá sus grandes lienzos para el Salón Oficial de París, que consumen todo su tiempo, sin que el artista se dé por satisfecho y sin lograr el éxito esperado: La miseria (1886); El violinista enfermo (1886); La taberna (1877); El plazo vencido (1887); La primera y última comunión (1888); El bautizo (1889).
A partir de El bautizo, se observa un apreciable cambio en su obra; una percepción más aguda de la atmósfera cromática le aleja de los sombríos acentos del claroscuro de los holandeses; esta tendencia se hace más patente en Dante y Beatriz a orillas del Leteo (1889), obra de corte simbolista donde se aprecia la influencia de los nabis (grupo de pintores franceses que intentaron conciliar las estéticas modernista y simbolista]], que Emilio Boggio le había hecho comprender. A partir de 1889, Rojas abandona la pintura de efectos dramáticos que era costumbre enviar al Salón Oficial y aborda el paisaje y la figura, observados del natural con un colorido cada vez más próximo al de los impresionistas.
Es el año de 1889 y sin el subsidio de la beca que le había sido suspendida dos años ante por orden del Presidente de la República Antonio Guzmán Blanco, Rojas enfermo de tuberculosis, se ve obligado a regresar a Venezuela en 1890, trayendo consigo El Purgatorio (1890), que le había sido encargado por el Cabildo Eclesiástico y un retrato del presidente Juan Pablo Rojas Paúl. Fallece al poco tiempo de su regreso a Caracas el 8 de noviembre de 1890.

Primer período
Virgen de Chiquinquirá (1872). Primera obra del autor. La pintó con 14 años de edad. Se trata de una copia de un original anónimo colombiano que representa la imagen de la Virgen de Chiquinquirá. Es un trabajo de escaso interés pero muy sugestivo por lo que aporta respecto a los inicios del pintor.
Segundo período
Ruinas de Cúa después del Terremoto de 1812 (1882).Óleo sobre tela 34,5 x 43 cm.
Ruinas del convento Las Mercedes (1882). Óleo sobre tela 45 x 61 cm.
La Muerte de Girador en Bárbula (1883). Óleo sobre tela 287 x 217 cm.
Tercer período
Retrato del Señor Odoardo León (1884). Óleo sobre tela 71,1 x 47,1 cm.
Naturaleza muerta con libro abierto (1885). Óleo sobre tela 59,7 x 81,2 cm.
Orfandad (1885). Óleo sobre tela 120 x 87 cm.
La miseria (1886). Óleo sobre tela 180,4 x 221,4 cm.
Estudio anatónico (1886). Óleo sobre tela 64 x 51 cm.
Paisaje (1886).Óleo sobre tela 38,2 x 46 cm.
El violinista enfermo (1886). Óleo sobre tela 113,4 x 150,7 cm.
La taberna (1887). Óleo sobre tela 212 x 272 cm.
El plazo vencido (1887). Óleo sobre tela 200 x 225 cm.
Naturaleza muerta con lámpara (1887). Acuarela sobre cartón 39 x 27 cm.
Naturaleza muerta con paños (1887). Óleo sobre tela 54 x 65,2 cm.
Autoretrato con sombrero rojo (1887). Óleo sobre tela 60,5 x 50 cm.
Apunte – flores (1888). Óleo sobre tela 132 x 34,5 cm.
Patio (1888). Óleo sobre tela 61,2 x 38,4 cm.
La primera y última comunión (1888). Óleo sobre tela 200 x 250,5 cm.
Autorretrato en sillón (1888). Óleo sobre tela 58 x 32,3 cm.
El bautizo (1889). Óleo sobre tela 148 x 176 cm.
Estudio para el balcón (1889). Óleo sobre tela 73 x59,5 cm.
Bordadora con lámpara (1889). Acuarela sobre cartón 9 x 27 cm.
Muchacha vistiéndose (1899).Óleo sobre cartulina 21,5 x 16 c,
El Faisán (1889). Óleo sobre tela 51,2 x 67,5 cm.
Techos de París (1898). Óleo sobre tela 24x 33,5 cm.
Mimosa (silla con flores) (1890). Óleo sobre tela 33,7 x 24,6 cm.
Dante y Beatriz a orillas del Leteo (1890). Óleo sobre tela 297 x 428 cm.
Retrato del Presidente Rojas Paúl (1890). Óleo sobre tela 200 x 128,3 cm.
El Purgatorio (1890). Óleo sobre tela 339 x 256 cm.





Carlos Cruz Diez.


Pintor y profesor venezolano, cuyo arte arranca de un realismo social, y evoluciona hacia el geometrismo y la fenomenología del color. Formó parte del movimiento cinético. Nacido en 1923 en Caracas, estudia en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas (1940-45), donde se gradúa como profesor de artes manuales y aplicadas. En 1945 trabaja como diseñador gráfico de una multinacional petrolera y es nombrado profesor de la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas, donde permanecerá hasta 1955. En ese tiempo supo compaginar la docencia con la dirección artística de una agencia publicitaria, y paralelamente desarrollar una obra artística marcada por el realismo social. Hacia 1954 abandona la figuración y empieza a investigar los fenómenos ópticos del color. Un año más tarde se traslada a España y vive hasta 1957 en la costa catalana, Masnou, donde lleva a cabo la serie Parénquima y Ritmos vegetales, consistentes en tramas de colores puros. Tras su regreso a Caracas, monta un Estudio de Artes Visuales dedicado a las artes gráficas y el diseño industrial, y prosigue sus investigaciones sobre la fenomenología del color. Trabajó como ilustrador del diario El Nacional de Caracas y desde 1960 fijó su residencia en París. Hasta 1961 en sus obras sólo utiliza el blanco, el negro, el verde y el rojo; su primera etapa está marcada por los conceptos de signos y ritmos dinámicos, cilindros coloreados y modulaciones ópticas. En la década de 1970 inicia las series: Color Aditivo, Fisiocromías, Inducciones Cromáticas, Cromointerferencias, Transcromías Aleatorias y Cabinas de Cromosaturación. Participó en la exposición Lumière et Mouvement, París 1967, junto a su compatriota Jesús Rafael Soto y el argentino Julio Le Park. Durante el viaje que hace ese mismo año a Venezuela, realiza un mural para la Universidad de Oriente, en Cumaná.
En 1969, a la entrada del metro Odeón de París, realiza un laberinto de cromosaturaciones luminosas, en las que hace protagonista al peatón. Entre 1972 y 1980 imparte clases de técnicas cinéticas en la Sorbona, mientras inicia la serie Cromoprismas Aleatorios. En 1986 asume la dirección de la Unidad de Arte del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de Caracas. En sus cuadros el color y las formas geométricas cambian y vibran, según la luz y los desplazamientos del espectador. Las Fisiocromías que inició en 1959, constituyen los comienzos de sus experimentos basados en el cinetismo, y una etapa posterior a su abstraccionismo. Un paso más adelante son las Transcromías Aleatorias (1965), es decir el cambio de color en los ambientes, valiéndose de plexiglás colgado en largas tiras prendidas en un marco para determinar los espacios. Más adelante inventa las Cromosaturaciones (1967), que son unas cámaras o espacios saturados de diferentes colores que provocan en el espectador y actor ciertas reacciones psicológicas, de acuerdo con el estado anímico o la idiosincrasia del sujeto: frío, calor y angustia, entre otros. Al saturar el ambiente por medio del color el artista integra al hombre y lo hace partícipe de su obra. Junto a Soto son los dos máximos representantes venezolanos del arte cinético. Entre los numerosos premios que ha obtenido destaca, en 1967, el Premio Internacional de Pintura de la IX Bienal de San Paulo.

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